Verdad.
A lo largo de estos meses, meses en los que me entrené como madre de Betún, he conocido mas gente de la que conocí en cualquier aspecto de mi vida.
Increíble.
Pero agotador.
No me malinterpretes, me gusta conocer gente, pero a veces me gusta sacar a mi perro al parque y verlo jugar para que mi cabeza se haga mas abstracta.
Una continua conversación conmigo misma y con el afuera, a veces en poesía, otras en prosa y la mayoría en desorden
miércoles, 16 de marzo de 2016
lunes, 14 de marzo de 2016
Diario del desempleo #1
Esto no es normal.
Ya renuncié a mi trabajo.
Ya me fui, ya pegué el portazo psicológico y físico. Ya me despedí, ya me despidieron, ya llovieron las cervezas y una noche indecorosa que quedo en los recuerdos de mi antigua vida de oficinista.
Ya está.
Ya mandé el telegrama de desapego, la misiva de los pañuelos que se ondulan como saludo cuando uno se va.
Ya está.
Ya está.
Estoy loca.
No duermo desde hace una semana.
Sé que hay algo allí afuera que me esta esperando que aún no puedo verle el rostro. Algo mío. Esa (mi) ocupación.
Sé que hay algo más.
Pero no lo veo.
Ya está. Estoy loca. No duermo hace mucho.
Ya renuncié a mi trabajo.
Ya me fui, ya pegué el portazo psicológico y físico. Ya me despedí, ya me despidieron, ya llovieron las cervezas y una noche indecorosa que quedo en los recuerdos de mi antigua vida de oficinista.
Ya está.
Ya mandé el telegrama de desapego, la misiva de los pañuelos que se ondulan como saludo cuando uno se va.
Ya está.
Ya está.
Estoy loca.
No duermo desde hace una semana.
Sé que hay algo allí afuera que me esta esperando que aún no puedo verle el rostro. Algo mío. Esa (mi) ocupación.
Sé que hay algo más.
Pero no lo veo.
Ya está. Estoy loca. No duermo hace mucho.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)