El Yoda de mi vida

Ibas a ser contador.
En el camino te diste cuenta que te aburrías.
Elegiste el camino de la docencia, del deporte.
Sos entrenador; y mierda que entrenador!!
Estricto, exigente, consejero de dietas y hábitos; paño de lagrimas de quienes sostenes los pies mientras hacen abdominales; rehabilitador de rodillas y autoestimas bajas; elongas músculos y cerebros... los abrís con tu optimismo impecable, con tus ganas de vivir, con tus sueños, tus sonrisas, con tus debates de abogado del diablo que tantas sorpresas despiertan.
Despertas pasiones y admiración en quienes te escuchan, tus alumnos mas heridos te buscan encontrando siempre las palabras de aliento necesarias para seguir con el ejercicio físico y con las decisiones de la vida.


Ayer fue tu cumpleaños numero treinta y tantos; y al contrario de mis planes no querías nada mas que estar conmigo. 
Los allegados te buscaron por todas partes para saludarte; tus alumnos no cesaban de llamarte para agradecerte todo lo que haces a diario por ellos... Y vos no atendías.
Hicimos cosas comunes, estabas sospechosamente callado y apático y antes de que el día acabase y terminado el balance mental que hiciste sobre tu vida, volteaste el celular y con gusto viste toda la seguidilla de mensajes llenos de amor y palabras calurosas. Y ahí mismo me susurraste que fue el mejor cumpleaños de tu vida...
Y yo te digo. 
Vos pensas que brindás un servicio a la salud física de las personas; yo opino humildemente que sos un entrenador de almas...  

Feliz cumpleaños Negro!!!