Un asiento con púas es lo más incómodo que hay, se supone que el asiento o silla tiene que ser confortable, amigable, suavecito y todo eso... yo desde hace meses que tengo un asiento laboral con púas... mala vibra laboral, malos jefes, malos traspasos, mal todo.
Así que actualmente me estoy limpiando las espinas, sacudiendo el cv y esperando lo mejor para seguir sentándome en lugares que se merezcan mi trasero.Saludos