Páginas

martes, 20 de enero de 2015

Sofá

Que con poco fuimos y somos mas felices es una realidad que de golpe me trastocó una tarde, hace ya un par de años.

Era un concepto raro que recién empezaba a tocar a mi puerta.
Recuerdo al negro dándome la razón cuando le decía que eramos felices con menos.

Ese pensamiento me sigue aún hoy e hizo que adoptara un estilo un poco minimal, siempre con lo justo y feliz de ello:


  • Todo lo regalo o vendo.
  • Compro poco.
  • Adorno casi nada.


Hace unos días llegó a casa (a mi pequeño y minúsculo mundillo habitable) el sillón de solo dos cuerpos que habíamos comprado por internet hace mas de un mes.

Fue la primera vez en mi vida que tenía sofá (nunca tuve ni sillón, leo solo parada o sentada en sillas o suelos - me gustan los suelos-) y además de la emoción de conseguir y morar un mobiliario que jamás me había tocado en gracia, lo acomodé de forma que la pequeña casita quedaba extrañamente mas grande (gracias feng-shui -¿?-).

Es cómodo, simpático, cálido, pequeño, el tamaño justo para que entren despatarradas dos personas. Pero era solo eso: un mini sofá, fácilmente regalable, vendible o casi nada adornable.

Ayer, un día parecido a otros de la semana en el cual llego a casa corriendo para cambiarme e irme a entrenar (estoy a full con Crossfit! FUCK YEAH !!), el negro hermoso me estaba esperando, estirado absolutamente en toda su longitud y dentro del sofá.

Me quede extrañada, normalmente el negro trabaja todos los días hasta pasadas las 21 hs.
Ese día no, ese día estaba sin gente (todos de vacaciones) y se apoltronó muy cómodamente en ese sofá pequeñito.

La sorpresa fue cuando me dijo que me fijara que onda el agua que había puesto para los mates...

Entre charlas, ideas, chusmeos en internet y la comparación obvia de que tan cómodo será en comparación con otros sofás o si podría albergar a al menos 4 amigos nuestros que tienen ganas de venir a ver pelis a casa este sábado, se nos fui pasando la tarde noche.
Este sofá blanquito, que parecía solo una comodidad, un punto intermedio entre la silla y la cama se fue ganando mi cariño.
Con menos éramos mas felices, pero con las pequeñas cosas elaboramos mayores anécdotas, y mas alegría.



Y el sofá se hizo parte de mi historia minimal.



17 comentarios:

  1. Me encanto
    (mi comentario tambien es minimal!!)
    Beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja! Muchas gracias"! Los comentarios minimales son mas que bienvenidos!
      Besote

      Eliminar
  2. jaja yo que lo digo un buen sillón (sofá) te cambia la vida.
    Besotes y disfruta (también sirve para ya sabés qué...:-D)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja!! Pero mirá que picarona!!! (ya se estrenó... ups!)
      Esta bien disfrutable el pequeño sofá, me tiene muy contenta! ;)
      Besotes

      Eliminar
  3. Se van tejiendo recuerdos a cosas y personas, nos vamos aferrando y soltando ...a unas, de otras..
    Un abrazo de luz

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que lindas palabras Athenea, el tema es ese, no? agarrar y soltar lo mas que se pueda.
      Abrazo muy grande y gracias

      Eliminar
  4. Yo voy siempre a casa de una amiga que es maestra de Filosofía Budista, siempre me llamó la atención lo poco que tiene, no hay cuadros, no hay cortinas y el Depto. es hermoso, lleno de luz y plantas. Mucha, pero mucha calidez. Ese es el reflejo del interior de las personas. De todas formas un buen silloncito ayuda al alma. Besote!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hermosa Gely!! Que lindo lo que contás, que lindo ver ese departamento y constatar así el reflejo interior de alguien. Es un sentimiento y una mirada muy interesante.
      El sillón claro que ayuda, pero hasta el momento aún no sabía qué tanto.
      Es lindo volver del trabajo y algun día libre sentarme allí a ver bajar la luz del día y tomar mates. Le estoy tomando cariño, claramente ;)
      Besotes grandes, gracias por pasarte por aquí!

      Eliminar
  5. La vida no es lo mismo con sofá que sin sofá. Te lo aseguro!
    Besotes!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Lauren! Recién ahora me estoy dando cuenta de eso. Nunca tuve el intermedio de un sofá o sillón y ahora que gozo de esta comodidad no me explico como nunca conseguí uno antes!
      Besotes y gracias por pasarte por aquí.... a seguir viajando alma de gitana!

      Eliminar
  6. Creo que no hay nada más confortable que despatarrame en el sillón con un buen libro y una tanda de matecitos o un buen cortado de la mano de mi vieja.

    ¡Beso y abrazo enorme para ambos! ¡Bien el negro dándose el pie a disfrutarlo! jajja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tenés uno? Esta bueno? Aún no tuve mi momento a solas de libro y lectura, pero en breve llegará.
      Tu vieja te trata como una reina, que hermosa que es!!

      Besote enorme y me alegra verte por }aquí y por allá! Vuelvo y mas seguido, por supuesto que sí!!! El negro te saluda!

      Eliminar
  7. Hola, Sil!
    Qué placer que es leerte ... tenés un modo de convertir en poesía hasta las cosas más cotidiana. Es como cuando uno lee Un patios de Borge, en esa sencillez de lo cotidiano se alza la palabra cautivante que transforma y crea y recrea y se apropia.
    No tengo sofá en casa. Es uno de los grandes pendientes con mi esposo. Ojalá el mío construya tan buenos momentos como el tuyo.
    Gracias por tu visita a mi blog y tus palabras siempre tan cálidas y generosas hacia mí. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sil, ante tanto cariño frente a tu comentario se me hace casi imposible no explicarte la emoción que siento al leerte, y no solo por acá sino también por tus Álamos Ventosos que tanto nos enseñan de solidaridad, lecciones de vida, coraje, amor y comprensión.
      La ventana que abrís para dejarnos ver tu vida es fascinante, tenes esa mezcla justa de anécdotas con perspectiva interior que te desarma y te vuelve a armar todo lo que estas pensando mientras se te lee.

      Tus formas de escribir y expresarte me recuerdan a Jostein Gaarder.
      Gracias por dejarnos espiar tu corazón de post en post.
      Un beso muy grande y gracias por pasarte

      Eliminar
    2. Ay.... ¡¡GRACIAS!!!
      No voy a decir nada más. Ojalá tan pocas letras logren capturar y trasmitir lo que me embarga mientras leo y escribo.
      No conozco al autor que mencionás. Ya mismo empiezo a buscar qué leer de él.

      Eliminar
    3. Sí lo conozco !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
      Como no lo voy a conocer. ¡Lo que hace la mala fonética!
      Qué despiste. Uno de mis libros favoritos, El mundo de Sofía. No hay a quien no se lo recomiende y regalo obligado en cuenta fiesta de 15 tenga cerca.
      Qué honor, qué honor semejante comparación. ¡No lo puedo creer!
      Bs.

      Eliminar
    4. Un libro valioso, lo leí en el momento justo. Bueno, dicen que los libros no los elegimos nosotros sino que ellos mismo se encargan de elegirnos y elegir el momento de lectura.
      Creo firmemente en eso; así que el momento justo fue cuando lo leí hace dos años. Fue perfecto, es un libro perfecto por donde se lo mire, quizás al final se va un poco al carajo pero preferí tener en cuenta todo lo demás y la forma de explicarse del autor.
      Besotes Sil!!! Siempre es un gusto leerte

      Eliminar