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miércoles, 27 de junio de 2012

La berenjena

En mi niñez (cerca de mis 9 años), la culpa de todo era de la berenjena.
Y aprendí a odiarla y no comerla.

Una mañana me levanté y encontré un mechón de mi cabello en mi almohada, íntegro, entero, largo, ajeno a mi cabeza.
Con el correr de los días fui de visita a lo de una mujer muy anciana, quien por ser taaan grande se las sabía todas (bah, yo creía eso) y ZAS! ahí cayó la ancianita con su vademécum de vejez echando culpas al azar.


- Por que se me cae el pelo, doña?
- Es por la época, estamos en tiempos de la berenjena.
- Eh? Y cómo se cura?
- No linda, hay que esperar a que se pase el período.


Cada vez que veía a mis mechones de cabello irse por mis manos o quedar olvidados en la almohada siempre maldecía a la berenjena. Maldita Berenjena!!!

Luego me empezaron a supurar los agujeritos de los aros, se me hinchaban las orejas y ooootra vez, al igual que el pelo, el tiempo de ésta hortaliza tenía que ver.

Más adelante, en espacio de veinte días me broté en los brazos y antebrazos, me empecé literalmente a pelar; y eso que era pleno invierno... pero yo, como lagarto en muda de escamas, iba dejando restos de piel por las sabanas, por el baño, por el guardapolvo, por los buzos.

Todo era producto de la berenjena.

Si me caía y me raspaba, había estado la berenjena metida en mi camino.
Si me caía del árbol y me lastimaba la espalda, la berenjena era quien había propiciado la mala suerte.
Si me iba mal en un examen, la culpable era la berenjena.
Si me peleaba con una amiga, la berenjena había tenido que ver en la discordia.

Me obsesioné culpando a la berenjena por todo lo malo que me ocurría.

Por suerte me llevaron al medico (yo no quería, nunca me gustaron, y si me dolía algo me callaba con tal de no ir a un hospital). Me llevaron casi de los pelos y ahí el medico me explicó que estaba con estrés, que todo lo que me pasaba era por nervios, que tenía que hacer deportes y no sé que otras historietas mas.

El legado de la culpabilidad a la hortaliza había llegado a su fín.
Y comenzaba el periplo personal de hacerme cargo de las cosas que me molestaban y hacerles frente de una buena vez.

Años mas tarde, comí berenjena otra vez.
Curioso: no era tan amarga como la recordaba en otros tiempos.



13 comentarios:

  1. ajajjaa,es muy rica la berenjena....
    un beso
    ayez

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    1. Jajajaja!! sí Ayez, es rica, pero
      aprendía quererla de grande.
      Besote y feliz descanso y mini vacaciones!

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  2. ja.ja. Que culpa tenia la pobre berenjena???
    Y si, el estress hace estragos, hay que cuidarse..
    beso

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    1. Ya pasó por suerte esa época.
      Aprendí a hablar y a quejarme,
      ahora soy una quejosa compulsiva, pero
      es mejor afuera que adentro, no?
      Ya me reconcilié con la hortaliza violeta. Ya
      somos amigas!
      Beso grande

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  3. Época de la berenjena? NUNCA había escuchado eso! Vieja loca!!
    Todo eso te pasó? pobrecita!
    Besote (No, no voy a comentar nada más por que estamos en época de la berenjena y no tengo ganas de nada, sólo quería que sepas que estoy acá firme del otro lado leyendo :) )

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    1. Chivi! Imaginate que yo menos sabía de la pobre época de la berenjena. Una vieja loca, pero como le escapaba a los médicos, cualquier cosa que dijera la vieja era una razón para justificar y no ir al hospital.
      Viste? Estres con 9 años nada mas, y nudos y contracturas en la espalda desde los tiernos 7 años. La infancia no fue mi fuerte, evidentemente.
      Con respecto a tus ganas, dejalo fluir, no te embatates y no prometas o te fuerces a hacer nada.
      Las cosas van a empezar a salir solas, si las apuras no salen nunca más.
      Si escribís que bueno, y si no, que importa!!
      Hacé tranca y descansá tu cabeza un poco.
      Besote enorme

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  4. JUAJUAJUAJUA esa mujer odiaba las verduras!!!buenisimo lo voy a empezar a usar!
    un besote

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    1. Hola Lula, evidentemente, la viejita se habrá visto envuelta en una contienda desagradable con alguna hortaliza, porque sino, no se explica.
      Cuanta maldad culpar a la verdura, sin embargo, como excusa viene barbaro, no?
      Besote grande y que tengas un lindo día

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  5. Muchas gracias Luis. Bienvenido a la Pluma!

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  6. Extraña respuesta largó la ancianita, eh. ¡Qué increíble, pensar que los tiempos cambian tanto y tan rapidamente!
    Las milanesas de berenjenas al horno son riquísimas, en este caso guardo unos ricos y lindos recuerdos al respecto. jaja.

    Beso grande, muchacha.

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    1. Era una viejita un tanto peculiar, eran otros tiempos y las creencias estaban muy mezcladas.
      Las milanesas son riquisimas!! tiernas y deliciosas.
      Besote enorme

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  7. je! a mi tambièn se me cae el pelo en cierta epoca del año...pero no sabia que era por culpa de la berenjena! :P

    de chica no me gustaba ni ahi! mi cara era completamente de horror cuando me ponian una milanesa de berenjena en el plato...
    ahora de "grande" la aprendí a querer...y cada tanto hago alguna que otra receta con ella!!!

    besos!!!

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    1. Jajajaja! Ro! La culpa es siempre de la berenjena, no lo dudemos mas.

      De chica, no te gustaba o le tenía idea? Viste como es uno de pequeño, mañoso de las comidas.
      Que recetas te hacés con ella?
      Si podés subí alguna así aprendo y le doy mas protagonismo a esta hortaliza en mis comidas!
      Beso grande y gracias por pasarte!

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